

A veces, una simple visita a una web puede cambiarlo todo. Eso fue lo que le pasó a María José. Buscando un cachorro, entró en Kiwoko Adopta sin saber que allí la esperaba algo mucho más grande que una adopción: un reencuentro con un amor del pasado, en forma de un peludo llamado Teddy.
¡Sigue leyendo para conocer esta historia!
Capítulo 1 – Una mirada familiar
Todo comenzó a principios de noviembre de 2024. María José buscaba un cachorro y, por curiosidad, decidió entrar en la web de Kiwoko Adopta. No tenía un perro concreto en mente, pero sí muchas ganas de ampliar la familia.
Entre decenas de fotos, una en particular le robó el aliento: Un cachorro que se parecía muchísimo a un perro que había tenido años atrás y al que había amado profundamente. Fue una sensación intensa, como si el destino le estuviera guiando.
“Fue amor a primera vista”, recuerda emocionada.

Capítulo 2 – La decisión de adoptar… y la espera más bonita
En casa ya vivían tres gatos: River, un pelirrojo mimoso de 5 años; Keanu, de carácter más reservado con 9; y Caty, la más mayor.
Aunque los gatos dominaban el sofá y las siestas, hacía tiempo que hablaban de tener un perro. Así que, con ilusión, toda la familia apoyó la decisión. Iniciaron el proceso de adopción llenos de esperanza, deseando que aquel cachorro de la foto pudiera formar parte de su hogar.
Tras varios días de espera y muchos nervios, llegó la gran noticia: Habían sido elegidos para adoptar a Teddy.


Capítulo 3 – El día que Teddy llegó a casa
El 22 de noviembre, Teddy llegó desde Córdoba a su nuevo hogar. El viaje fue largo, y como era de esperar, el cachorro llegó algo nervioso y alterado.
Pero en cuanto cruzó la puerta, todo cambió. Bastaron unos mimos y un par de caricias para que se calmara… y se durmiera plácidamente en los brazos de María José. Fue su manera de decir: “Estoy en casa”.
Desde ese momento, Teddy mostró su lado más dulce, juguetón y cariñoso. Como si siempre hubiera estado ahí.

Capítulo 4 – La convivencia con sus hermanos felinos
Aunque con los humanos todo fue rodado, con sus nuevos hermanos gatunos… no tanto. Teddy estaba lleno de energía y ganas de jugar. River y Keanu, en cambio, preferían la calma y el silencio.
Durante los primeros días, lo miraban desde lejos, sin muchas ganas de compartir espacio. Teddy, incansable, intentaba hacer amigos… persiguiéndolos por toda la casa. Pero poco a poco, con tiempo y respeto, las distancias se fueron acortando.
Aunque aún había alguna que otra “mirada felina fulminante”, los tres comenzaron a convivir con armonía.

Capítulo 5 – Una pérdida difícil, un consuelo inesperado
Dos semanas después de la llegada de Teddy, la familia sufrió la pérdida de Caty, su gata más mayor. Fue un golpe duro, especialmente por lo reciente que había sido su bienvenida al nuevo miembro.
Pero, de alguna manera, Teddy fue un rayo de luz en medio del duelo. Su alegría, su ternura y su forma de pedir cariño sin parar, ayudaron a la familia a seguir adelante, recordando a Caty con amor… pero también permitiéndose volver a sonreír.
Capítulo 6 – Aventuras que empiezan con patitas

Desde entonces, Teddy se ha convertido en el alma de la casa. Lo han llevado a la playa, donde corre feliz por la arena (aunque el agua todavía le da respeto), y al parque de perros, donde hace amigos en cuestión de minutos.
Es de esos peludos que se te pegan como una sombra.
Siempre busca una mano para que lo acaricien, un hueco en el sofá para acurrucarse o una mirada cómplice que le diga: “sí, puedes subir”.
Capítulo 7 – El reencuentro que necesitaban
María José lo resume con unas palabras que lo dicen todo:
“Recuerdo que cuando lo vi, se me pareció demasiado a un perro que había tenido hace muchos años, el cual amé muchísimo. Sentí que Teddy debía ser para mí, como si ya lo amara sin conocerlo. Y no me equivoqué. Él ha llenado nuestra casa de vida y amor”.
¿Y tú? ¿Estás listo para tu propia historia de adopción?
Hay historias que empiezan con una mirada. Otras, con un recuerdo. Y algunas, como la de María José y Teddy, con una segunda oportunidad para volver a amar.
Si tú también sientes que en casa hay sitio para más amor peludo, descubre Kiwoko Adopta. Porque a veces, adoptar no solo cambia la vida del animal… también cambia la tuya.
En Kiwoko unimos fuerzas con asociaciones y protectoras para fomentar la adopción y acabar con el abandono. Si quieres beneficiarte de la mejor compañía y hacer crecer la familia, pásate por nuestra plataforma Kiwoko Adopta ¡Y no te pierdas antes nuestro post "Todo lo que debes de saber antes de adoptar!