Colisa lalia: características, cuidados y comportamiento

La biodiversidad marina es muy amplia y, dentro de ella, los peces ocupan un gran porcentaje. Existen alrededor de 28.000 especies de peces desplegadas en los distintos mares y océanos del mundo entero. A pesar de que estos animales comparten características básicas, las diferencias entre especies son notorias: suelen tener formas y colores muy variados, y patrones de comportamiento muy distintos.

El pez Colisa lalia, también conocido vulgarmente como gurami enano, es originario del continente asiático, específicamente de la región del sur, que incluye países como India, Bangladesh y Pakistán. Sin embargo, este pez ha conseguido desplazarse de forma amplia en otros espacios. Su nombre científico es Trichogaster lalius, perteneciente al orden Perciformes y a la familia Osphronemidae.

Los ejemplares de esta especie suelen permanecer en aguas poco profundas y cálidas, con temperaturas que oscilan entre los 22 y los 30 grados centígrados, como riachuelos, pozos estancados, lagos y pequeños arroyos. Dichas áreas poseen generalmente concentraciones de oxígeno bajas, pero para esta especie eso no representa un inconveniente, puesto que poseen un órgano laberíntico que les permite aprovechar el oxígeno atmosférico.

Estos peces, si bien pueden ser utilizados para el consumo humano tras un proceso de secado, generalmente son destinados a la comercialización para acuarios y peceras, debido a su popularidad, colores y tamaño.

Características principales del Colisa lalia

El Colisa lalia es una especie de tamaño pequeño: los colisa lalia macho miden aproximadamente 4 o 5 centímetros, aunque hay ejemplares que pueden alcanzar los 8 centímetros, mientras que los Colisa lalia hembra suelen ser un poco más pequeñas.

Su cuerpo es alargado y comprimido por los laterales, posee escamas ctenoides que recubren todo su cuerpo, y la boca se encuentra hacia arriba, mientras que el labio menor es mucho más prominente. En cuanto a sus aletas, las impares son muy desarrolladas, además de predominar la aparición de un rayo elongado de su aleta pélvica, la cual contiene células que son sumamente sensibles al tacto. Existe dimorfismo sexual marcado: la aleta anal y dorsal tienen mayor pronunciación en los machos, y en las hembras suele ser más redondas. 

Los Colisa lalia macho se distinguen por poseer franjas o líneas con tonalidades azules sobre colores rojizos o escarlata, mientras que las Colisa lalia hembra poseen colores más estables, que van desde plateados hasta marrones. Con el paso del tiempo se han encontrado ejemplares con una gama de colores más vivos. 

Son omnívoros, es decir, se pueden alimentar de sustancias vegetales o animales, siempre y cuando los alimentos se adecuen a las dimensiones de su cavidad oral. En general, tienen una dieta variada y, en caso de estar en acuarios, son fáciles de alimentar.

Al igual que otras especies que pertenecen a la familia Osphronemidae, el macho construye un nido de burbujas flotantes, y este le adiciona escombros, ya sean restos de plantas o pequeñas ramificaciones. Durante el proceso de construcción del nido, el macho se percibe agresivo y poco empático con la hembra, pero después de este periodo, se inicia el cortejo y su actitud ante ella cambia considerablemente.

Cuando la Colisa lalia hembra está preparada, la pareja de peces se unen y la hembra queda con la región ventral con vista a la superficie; es entonces cuando ocurre la fertilización. Tras la finalización de la misma, el macho lleva los huevos al nido de burbujas y los protege incluso de la hembra, que si se encuentran en acuarios, debe ser puesta en uno diferente, pues el macho puede tornarse agresivo nuevamente.

Como resultado del proceso de fertilización se obtienen alrededor de 500 ejemplares, que demoran al menos 24 horas en eclosionar y, cuando lo hacen, pueden seguir en el nido entre dos o tres días más. Una vez que están preparados para la natación, se retiran del nido de burbujas. No todos los huevos sobreviven, puesto que algunos son muy débiles y frágiles, y además, existe riesgo de que el macho pueda comérselos durante episodios de estrés. Aún así, los que sobreviven pueden vivir durante largos períodos.

Colisa lalia: compatibilidad con otros peces y acondicionamiento del acuario

A la hora de acondicionar espacios artificiales para esta especie, lo ideal es proporcionarle la mayor cantidad de similitudes posibles con respecto a su hábitat natural.

La pecera o acuario ideal debe contar con al menos 35 centímetros de alto, y adicional a ello, el pH del agua debe ser neutro, o ligeramente ácido, que ronde entre 6,8 y 7. La vegetación es sumamente importante: lo ideal es proporcionarle a los peces de esta especie elementos que recreen las regiones indo-malayas, pero teniendo cuidado de no saturar el espacio para que tengan libertad en sus movimientos.

Para proporcionarles iluminación, lo ideal es emplear lámparas entre 30 y 40 watts y que estén colocadas, al menos, a 10 centímetros de distancia con respecto a la tapa. De forma provisional puedes colocar una adicional, pero a 15 centímetros de distancia, en caso de que la principal presente fallas.

La tapa del acuario o pecera debe permanecer cerrada herméticamente. Esto evitará posibles accidentes con los peces.

¿Con qué peces pueden vivir los Colisa lalia?

Esta especie es amigable y pacífica, es decir, puede convivir junto a otros géneros y especies, aunque en ocasiones tienden a ser tímidos. Aún así, los ejemplares machos suelen tener tendencia a ser agresivos si están junto a otros machos, ya que son muy territoriales. Lo más recomendable es mantenerlos en pareja, o en grupos de hembras donde solo haya un macho. Además, es importante no escoger otras especies demasiado revoltosas o con nado fuerte para su compañía, ya que podrían intimidarse y arrinconarse.

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