La historia de Mushu es, por desgracia, parecida a la de muchos otros gatos: El abandono.
Hasta que una protectora lo encontró, vivía en la calle, solo y sin un hogar al que volver. Pero aquel día su suerte cambió. Desde el primer momento, Mushu pareció entender que su vida estaba a punto de dar un giro. Se dejó coger sin resistencia, como si supiera que esa era su oportunidad para comenzar de nuevo.
Mushu demostró desde el principio que era un gato muy especial: Cariñoso, sociable y con una gran facilidad para llevarse bien con otros gatos. Justo lo que Mª Carmen estaba buscando.
El deseo de encontrar el compañero ideal
Mª Carmen no buscaba un gato cualquiera. Quería adoptar un gato adulto que se adaptara bien a su familia y que pudiera convivir con Bagheera, su otra gatita de cuatro años.
“Adopté a Bagheera en 2021, y con los años me di cuenta de que a veces se sentía solita”, nos cuenta.
Ella tenía claro que, si algún día daba el paso de ampliar la familia, sería con un gato que pudiera entenderse con su peluda compañera.
Y entonces apareció Mushu, a través de Kiwokoadopta.
Cuando Mª Carmen vio su ficha, algo le hizo clic. Mushu reunía todo lo que estaba buscando: era adulto, tranquilo, cariñoso y, lo más importante, sociable con otros gatos. Sin embargo, a pesar de la ilusión, también había nervios: “Tenía miedo de que no le cayera bien a Mushu”, recuerda. Pero el miedo se disipó en cuanto lo conoció.

El encuentro que lo cambió todo
Mª Carmen fue a conocer a Mushu a su casa de acogida. En cuanto llegó, él no dudó en acercarse en busca de mimos, como si supiera que estaba frente a la persona que le iba a dar una segunda oportunidad. Fue un flechazo mutuo. “Enseguida vino a recibir caricias.”, nos cuenta con emoción. En ese momento, supo que era él.
Poco después, formalizaron la adopción, y Mushu se convirtió oficialmente en un nuevo miembro de la familia.

Una adaptación con final feliz
Los primeros días en casa fueron, como suele pasar, de tanteo entre Mushu y Bagheera.
“Bagheera, al vivir siempre sola, tiene mucho carácter, así que necesitaba que el nuevo gatito fuera tranquilo”, explica Mª Carmen.
Y Mushu lo fue. Poco a poco, fueron conociéndose, respetando sus espacios y aprendiendo a convivir.
A día de hoy, Mushu vive completamente adaptado a su nuevo hogar. Es un gato glotón, juguetón y muy curioso. Le encanta correr por la casa, jugar con su hermana Bagheera y, como buen travieso, tirar de vez en cuando alguna planta. Pero lo más importante es que ya no está solo. Ha encontrado una familia que lo quiere y cuida cada día.
“Ahora tenemos a Bagheera y a Mushu. Aunque al principio les costó un poco adaptarse, cada día se llevan mejor. A Mushu le encanta perseguir a su nueva hermana, y Bagheera cada vez se deja querer un poquito más”.

La historia de Mª Carmen y Mushu nos recuerda que adoptar no solo cambia la vida de un animal, también cambia la nuestra. Mushu ha pasado de vivir en la calle a tener una casa donde dormir calentito, jugar y sentirse querido. Y Mª Carmen ha ganado un nuevo compañero que ha llenado su hogar de cariño y nuevas aventuras.
Gracias, Mª Carmen, por dar a Mushu esa segunda oportunidad que tanto merecía. ❤️
Si estás considerando integrar un nuevo miembro en la familia, en KiwokoAdopta encontrarás cientos de animales que están buscando un hogar definitivo. ¿Quieres conocerlos? ¡Entra y encuentra a tu media naranja! |