Hay historias que no empiezan con una bienvenida, sino con una despedida… Cuando Kiara, la perrita que acompañó durante 15 años a la familia de Laura, cruzó el arcoíris, en casa se quedó un silencio que pesaba. Aunque seguían rodeados de amor peludo con Rosi la gata, Estela la perra de la abuela y Tobi, el perro rescatado por Laura, algo faltaba. Y ese hueco, sin saberlo, estaba esperando a Mara.
Sigue leyendo para conocer esta historia.
Capítulo 1 – Una búsqueda en secreto… y con mucho amor
Todo comenzó cuando Jorge, el padre de Laura, decidió que había llegado el momento de volver a llenar la casa de patas, lametones y alegría. Pero había una condición: que no se enterara Angélica, su mujer, que aún estaba sumida en el duelo por Kiara.
Así que, como en las mejores historias, sus hijas se aliaron con él en esta misión secreta. Laura se puso manos a la obra, revisando protectoras de la zona, con un objetivo claro: encontrar a una perrita joven, sociable y, sobre todo, compatible con gatos. Pero nada terminaba de encajar… Hasta que un día, navegando por la web de Kiwoko Adopta, vio una carita que no se le borró de la mente: la de Lili (La cual pasó a llamarse Mara), una perrita con las orejitas mutiladas.
Su historia dolía: la habían dejado en la perrera simplemente por parecerse a un pitbull. Estaba aterrada, arrinconada al fondo de una jaula. Por suerte, ya estaba a salvo en una casa de acogida gracias a la labor de la protectora Miau Almería.
Laura no lo dudó: envió la solicitud, habló con la protectora y empezó a preparar el viaje desde Almería hasta Asturias. Todo estaba listo. Solo faltaba un pequeño detalle…
Capítulo 2 – Una sorpresa que no salió como esperaban
La idea era que Mara apareciera en casa como una sorpresa para Angélica. Pero una semana antes del viaje, Jorge (el gran impulsor de esta aventura) se rompió la cadera. Las hijas, al ver lo complicado que se volvía todo, decidieron contárselo a su madre. Y fue un acierto.
Solo necesitó ver una foto y un par de vídeos de Mara para que se enamorara por completo. A veces, el amor a primera vista también llega por WhatsApp.
Capítulo 3 – El hogar que Mara estaba esperando
El 28 de diciembre de 2024, Mara llegó a su nuevo hogar. Y no necesitó ni una noche para adaptarse. Desde el principio encajó como si siempre hubiese estado allí.
Se entendió genial con Estela, que estaba un poco aburrida y encontró en Mara una nueva compañera de juegos. Con Tobi, que ya tiene sus 15 años bien vividos, fue todo ternura y respeto. Y con Rosi, aunque al principio hubo algún malentendido (como buena perra juguetona, Mara no entendía por qué la gata no quería corretear), hoy incluso se les puede ver compartiendo siesta.
Mara no solo trajo alegría a una casa que la necesitaba, también trajo movimiento, energía, risas… y una nueva oportunidad para creer en los comienzos después del duelo.
Capítulo 4 – Lo que Mara les ha enseñado
Desde su llegada, Mara ha demostrado que no hace falta haber tenido una vida fácil para dar amor incondicional. Su ternura, su alegría y esa forma tan suya de buscar caricias han ayudado a cerrar heridas en todos los corazones de la casa.
“Después de la marcha de Kiara, mi madre se vino abajo. Pero cuando vio a Mara… fue como si algo dentro de ella volviera a encenderse. Adoptarla no solo fue una nueva oportunidad para Mara, fue también una nueva oportunidad para mi madre. Y eso, no tiene precio”, nos cuenta Laura.
A veces, las despedidas duelen tanto que pensamos que nunca podremos volver a abrir el corazón. Pero entonces, llega alguien como Mara. Sin saberlo, con sus patitas pequeñas y su mirada tímida, vino a recoger los pedacitos rotos que Kiara dejó.
No vino a sustituir. Vino a continuar la historia de una familia que siempre ha amado con todo el alma a sus animales. Vino a devolver la risa a una madre que ya no creía que podía reír igual. Vino a enseñarnos que, incluso después del dolor, siempre hay lugar para volver a empezar.
Mara no fue rescatada. Fue ella quien rescató a todos.
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Si tú también sientes que hay un hueco en casa que solo puede llenar un peludo, te invitamos a conocer historias como la de Mara y muchas más en Kiwoko Adopta. Porque cambiar una vida… puede cambiarlo todo.
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