Joana es una gatita de poco más de un mes que llegó en unas condiciones muy duras. Estaba llena de parásitos, deshidratada y con un estado de desnutrición importante. Además, tuvo que ser operada del ojo derecho, que lamentablemente no se pudo salvar. A pesar de todo lo vivido, Joana ha demostrado una capacidad de recuperación admirable. Hoy está sana, ha recuperado el peso que le corresponde para su edad y es una gatita bebé feliz. Es una pequeñita dulce, graciosa y muy agradecida. Desde el primer segundo ha mostrado su carácter cariñoso y confiado. Joana merece una familia que la quiera y la cuide como ella merece.