Melisa ya está lista para encontrar a su familia definitiva. Tiene solo un añito y ya ha demostrado que su mayor deseo es dar y recibir amor. Acabamos de hacerle los test de leucemia, inmunodeficiencia y filaria, y todos han dado negativo. Además, está desparasitada interna y externamente y ya cuenta con su primera vacuna pentavalente. Es una gata muy sociable: confía en ti desde el primer momento, es cariñosa y disfruta jugando. Le encantan los churus, y los pide con unos maullidos tan dulces que derriten el corazón. Y no puede ser más guapa… su pelaje mezcla el atigrado con el calicó, y esos ojazos verdes son tan impresionantes como expresivos. Melisa fue recogida de una colonia porque se mostraba demasiado cariñosa y necesitada de afecto como para dejarla allí. Te seguía calle arriba y calle abajo, rogando por atención. Además, tenía una herida en la cara que necesitaba cuidados. ¿Cómo resistirse a esa carita? Hoy está totalmente recuperada y solo espera lo que siempre buscó: un hogar donde ser amada de verdad.