Óliver es solo un bebé que, en apenas unos meses de vida, ya ha sufrido lo que ningún gatito debería conocer: el abandono. Fue dejado en la calle, llorando durante días, expuesto al frío, al hambre y al peligro de los coches, hasta que por fin pudo ser rescatado. A pesar de todo, Óliver no ha perdido la confianza en las personas: es bueno, cariñoso, se deja coger y busca mimos, como el gatito casero que siempre fue. Ahora está a salvo, pero vive en una jaula y necesita con urgencia una familia responsable que le regale el hogar y el amor que tanto merece. 🐾🧡