Tina, una cachorrita de apenas dos meses, cruce de sabueso, que llegará a ser más grande que mediana cuando crezca. Tiene toda la vida por delante… y necesita una familia que esté comprometida de verdad con ella. Adoptar un cachorro no es un capricho ni una decisión impulsiva. Es un acto de responsabilidad. Tina no es un juguete, y no queremos que acabe devuelta o abandonada por no haber pensado bien antes. Un cachorro crece, muerde, hace travesuras, rompe cosas, ensucia… y también da mucho amor. Pero no es fácil ni inmediato. Por eso, pedimos que se abstengan adolescentes o niños preguntando por ella: buscamos personas adultas, responsables, conscientes de lo que implica criar y cuidar a una perrita durante muchos años. Tina está en Sevilla, pero puede viajar si encuentra a su familia ideal. Tina lo tiene todo para ser feliz. Solo le falta lo más importante: una FAMILIA de VERDAD