Yayo llegó a nosotras a través de una persona que nos pidió ayuda para el ya que llevaba en la calle en una zona de campo mucho tiempo solo. Venía en muy malas condiciones y tenía la boca totalmente podrida por lo que tuvieron que extraerle algunas piezas, poco a poco se ha ido recuperando y está estupendamente. Es un perrito muy cariñoso, aunque un poco testarudo por su edad cuando quiere, pero es muy obediente, simpático, glotón, le encanta pasear, en el coche va muy bien, es muy curioso y en casa se comporta de forma tranquila.