Es una perra que la única suerte que ha tenido en su vida ha sido encontrar a una acogida tan maravillosa como la que tiene, pero ahí acaba su suerte. Fue recogida de un cuchitril donde la tenían encadenada sin techo, sin comida y con un cubo por amigo. Esquelética y enferma, tenía los ojos que se le salían de las cuencas. Tras la primera valoración veterinaria donde daba pena verla, la leishmania dio la cara. Lleva tiempo con tratamiento y no os vamos a negar que a pesar de la medicación no se llega a negativizar, lo tiene más o menos controlado pero hoy empieza su segundo ciclo de glucantime 😓 Gracias a su acogida por el esfuerzo porque sabemos que lo pasan mal con el tratamiento, pero sobretodo la pobre Matilda que estará un mes con pinchazos de nuevo. La siguiente vez que llegue la suerte en su vida será para encontrar a su familia adoptiva, pero en todo este tiempo no ha tenido ni una pizca de oportunidad. No es fácil porque no es una perra en la que la gente se fije, su físico no gusta, su enfermedad da miedo, su inseguridad debido a la mierda de pasado que tuvo, tampoco lo quieren 🥺😓 Lo que esa gente no ve es lo mimosa que es Matilda, no ven a la perra que se porta tan bien en casa y que va evolucionando en la calle. Una perrita que convive con otro perro, con un niño y con gatos. ¿No creéis que merece una oportunidad? Matilda se encuentra en Valladolid. Contacto: alba@propatas.es