| Nombre del entrenamiento: Soltar objetos por orden Dificultad: Intermedia Material necesario: Snacks, mordedor o juguete, clicker (opcional) Ubicación: En casa o en el parque, en un entorno tranquilo |

¿Te imaginas poder decirle a tu perro “la patita” y que te la dé con una alegría contagiosa? Más allá de ser un truco adorable, enseñarle a tu perro a dar la pata es un ejercicio de entrenamiento sencillo, útil y muy divertido. Y lo mejor de todo: ¡Cualquiera puede conseguirlo con un poco de paciencia, premios sabrosos y mucho cariño!
En este post te explicamos cómo enseñar a tu perro a dar la pata paso a paso. Si eres de los que disfruta compartiendo momentos únicos con su peludo, este artículo es para ti.
¿Por qué enseñar a tu perro a dar la pata?
Vale, lo reconocemos: Que tu perro te dé la patita es una de esas cosas que derriten a cualquiera. Pero detrás de ese gesto tan mono hay algo mucho más importante. No se trata solo de postureo perruno, sino de un ejercicio con beneficios reales para él… y para ti.
Enseñar este truco es como abrir una puerta a una nueva forma de comunicaros, de jugar juntos y de fortalecer vuestro vínculo sin decir una sola palabra.
Ventajas de enseñar a tu perro a dar la pata
- Refuerza vuestro vínculo: Cada vez que entrenáis juntos, creáis momentos de calidad. Tu perro aprende que pasar tiempo contigo es divertido, positivo y predecible.
- Estimula su mente: Le ayuda a pensar, a resolver “el reto” que le propones y a mantenerse mentalmente activo. Esto es clave, especialmente en perros que pasan muchas horas en casa.
- Mejora la obediencia general: Este truco es una forma de practicar la paciencia, el autocontrol y la atención. Al hacerlo, tu perro está aprendiendo a escucharte, a esperar, y a seguir una orden. Todo esto luego se traduce en una mejor conducta en otras situaciones.
- Fácil y accesible para todos: Es un entrenamiento ideal tanto para principiantes como para perros adultos o mayores. No requiere grandes habilidades ni herramientas complejas.
- Sirve como base para otros trucos: Una vez domina la patita, puedes avanzar a trucos más complejos como “saluda”, “choca esos cinco” o incluso “haz reverencia”. Le estás enseñando a aprender.
Riegos de no enseñar este truco
No es obligatorio, claro. Pero no trabajar este tipo de ejercicios puede tener consecuencias a medio y largo plazo, sobre todo si tu perro no tiene otros estímulos mentales o conductuales en su día a día.
- Puede desarrollar frustración o aburrimiento: La falta de estimulación mental puede provocar comportamientos no deseados como morder muebles, ladrar en exceso o hacer trastadas.
- Pierdes oportunidades de reforzar la obediencia: Si no entrenas trucos sencillos, pierdes la ocasión de enseñarle a escucharte, a esperar, a seguir una orden. Luego, cuando necesites que te preste atención en situaciones reales (como en la calle), te costará más.
- Menos conexión entre vosotros: El entrenamiento es una forma de comunicarte con tu perro. Si no practicas este tipo de ejercicios, podrías perder esa conexión diaria que se construye poco a poco con pequeñas acciones.
Material necesario para enseñar a tu perro a dar la pata
Aunque este truco es considerado de “nivel fácil”, contar con los materiales adecuados puede marcar una gran diferencia. A continuación te contamos qué necesitas y por qué:
- Snacks o premios irresistibles: El refuerzo positivo es el alma del entrenamiento. Usa snacks para perros pequeños, sabrosos y de olor intenso. Cuanto más le gusten, más motivado estará para aprender.
- Clicker (opcional): Si tu perro ya está familiarizado con el uso del clicker, este será tu mejor aliado para marcar el comportamiento correcto en el momento exacto. En caso contrario te recomendamos que aprendas a usar el clicker con nuestro post "Cómo adiestrar a un perro con clicker: Guía paso a paso"
- Un entorno tranquilo: Evita ruidos, distracciones, otros animales o personas que puedan romper la concentración. Lo ideal es que el perro se sienta relajado y centrado en ti.
Pasos para enseñar a tu perro a dar la pata
Vamos con lo importante. Aquí tienes una guía completa para enseñar este truco desde cero, incluso si es la primera vez que entrenas a tu peludo.
Paso 1: Empieza con tu perro sentado
Este truco se enseña mejor desde la posición de sentado. Si aún no sabe sentarse a la orden, te recomendamos primero leer este post: Cómo enseñar a tu perro a sentarse.
Paso 2: Usa un premio para llamar su atención
Coge un snack en tu mano y cierra el puño. Acércalo a su nariz, sin dejar que lo coja. Sentirá el olor e intentará cogerlo con la boca.
Espera. En algún momento, intentará usar su pata. ¡Ahí está el momento mágico!
Paso 3: Refuerza el gesto en cuanto lo haga
En cuanto su pata toque tu mano o se mueva hacia ella, felicítale con entusiasmo: “¡Muy bien!” o usa el clicker. Inmediatamente después, dale el premio.
No necesitas que lo haga perfecto la primera vez. Con que intente levantar la pata, ya es motivo de celebración.
Paso 4: Introduce la orden verbal
Después de varias repeticiones, introduce la orden. Puede ser “la pata”, “dame la pata” o “la patita”. Elige una y mantenla siempre.
Dilo justo antes de presentar la mano. Así, asociará esa palabra al gesto.
Paso 5: Practica en sesiones cortas
Haz sesiones de 5 a 10 minutos. No más. Si lo ves cansado o distraído, para y continúa al día siguiente.
| Importante: El aprendizaje se consolida con repeticiones positivas, no con horas interminables. |
Paso 6: Añade dificultad poco a poco
Una vez que ya te da la pata al escuchar la orden, puedes probar:
- Alternar manos (derecha e izquierda).
- Enseñárselo a otras personas.
- Pedírselo en diferentes lugares de la casa.
Cada variación refuerza el aprendizaje y lo hace más sólido.
¿Cuánto tiempo se tarda en enseñar a un perro a dar la pata?
La pregunta del millón: ¿Cuánto va a tardar mi perro en aprender esto?
La respuesta más honesta es… depende. Y no, no te lo decimos para salir del paso. Cada perro es un mundo: Algunos pillan el truco en 10 minutos y otros necesitan varios días para asociar gesto, orden y premio.
Algunos de los factores que influyen son:
- Su nivel de motivación: Si le encantan los premios que usas, aprenderá antes.
- Su capacidad de concentración: Un cachorro puede necesitar más sesiones cortas que un perro adulto.
- Tu forma de enseñarle: Cuanto más claro seas y mejor marques el momento del refuerzo, más rápido lo entenderá.
- El entorno: Si hay distracciones, tardará más. Si el ambiente es tranquilo, avanzaréis más rápido.
Aún así, como referencia principal:
- Muchos perros lo aprenden en 2 a 5 sesiones si se entrena unos minutos al día.
- Otros pueden necesitar una o dos semanas si están empezando a entrenar o les cuesta centrarse.
Consejo extra: Si después de unos días no ves avances, no te frustres. Prueba a cambiar el premio por uno más sabroso, entrena en otro momento del día o reduce las distracciones. A veces, un pequeño ajuste hace toda la diferencia.
Errores comunes al enseñar a un perro a dar la pata
Antes de lanzarte, es importante saber qué NO hacer. Estos errores son más comunes de lo que imaginas:
- Repetir la orden una y otra vez: “Dame la pata, dame la pata, dame la pata…” Si repites sin esperar respuesta, tu perro dejará de prestar atención. Usa la orden una sola vez y dale tiempo.
- Premiar en el momento equivocado: El refuerzo positivo solo funciona si se aplica justo cuando el perro hace lo que le pedimos. Si esperas unos segundos, ya no asociará el gesto con la recompensa.
- Impaciencia o frustración: Cada perro aprende a su ritmo. Algunos lo pillan en cinco minutos, otros en varios días. Mantén una actitud positiva. Si tú te diviertes, él también.
- Entrenar en un lugar con distracciones: Una televisión encendida, niños corriendo o ruidos fuertes pueden hacer que tu perro pierda el interés. La concentración es clave.
Preguntas frecuentes
¿Qué hago si mi perro no levanta la pata?
Si tu perro no intenta usar la pata ni por curiosidad, no te preocupes. A algunos les cuesta entender qué esperas de ellos. Prueba esto:
- Acércale el snack cerrado en tu puño, pero no se lo des.
- Espera unos segundos. Si intenta morderlo o empujarlo con la nariz, mantén tu mano cerrada.
- En cuanto levante ligeramente una pata (aunque no toque tu mano), refuerza con premio y voz alegre.
Con unos cuantos intentos, lo irá entendiendo. Si no funciona, también puedes levantar tú suavemente su patita, decir la orden y premiar, pero solo si lo hace sin resistirse ni estresarse. ¡El respeto siempre primero!
¿Puedo usar la misma orden con las dos patas?
Sí, pero es mejor empezar con una sola. Usa una orden clara como “la patita” o “dame la pata” para que la asocie bien. Cuando lo tenga dominado, puedes enseñarle a dar la otra y llamarla de forma distinta, como “la otra”.
Algunos perros incluso aprenden a alternarlas si usas ambas manos. ¡Y les encanta el juego!
¿Es mejor usar clicker o solo voz?
Ambos métodos funcionan. Si tu perro ya conoce el clicker, úsalo para marcar el momento exacto en que hace bien el gesto. Si no lo ha usado nunca, puedes empezar solo con tu voz: un “¡Muy bien!” dicho con alegría funciona genial.
Lo importante es que seas coherente: Elige un tipo de refuerzo y mantenlo durante el entrenamiento.
¿Se puede entrenar sin premios?
En teoría sí, pero en la práctica… ¡Los premios ayudan muchísimo! No tienen que ser siempre comida: También puedes usar caricias, juguetes o palabras bonitas. Pero al principio, un snack sabroso acelera el proceso y hace que tu perro lo asocie con algo muy positivo.
Con el tiempo, puedes ir retirando el premio y reforzar solo con cariño y juego.
¿Mi perro es demasiado mayor para aprender esto?
Para nada. Los perros aprenden durante toda su vida. De hecho, a muchos adultos les viene genial empezar a entrenar nuevos trucos porque les aporta estímulos, confianza y una rutina mental.
Eso sí, si es un perro mayor con molestias articulares, asegúrate de que el gesto no le resulte incómodo. Si levanta solo un poquito la pata, ya está perfecto. Lo importante es la intención, no la perfección.
Si quieres verlo todo en un vídeo, nuestra compañera Laura te lo cuenta todo:
En definitiva, enseñar a tu perro a dar la pata va más allá de un gesto bonito. Es una forma de conectar, de pasar tiempo de calidad juntos y de fortalecer una relación basada en el respeto y la confianza.
Así que la próxima vez que tu perro te mire con esos ojitos llenos de curiosidad… ¡Ya sabes qué hacer! Extiende la mano y dile con cariño: “¿La patita?”
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