Consejos para llevar a tu mascota al trabajo

Una buena forma para combatir el estrés y hacer tus jornadas laborales más llevaderas es llevarte a tu perro a la oficina. ¡Es el sueño de todo animal lover! No tener que separarte de tu perro o gato sería genial ¿verdad?. Si en tu lugar de trabajo permiten mascotas, eres muy afortunado.

Pero si aún no lo has llevado nunca, antes de hacerlo, tendrás que tener en cuenta una serie de factores para saber si es la mejor opción.

Ventajas de ir con tu perro a la oficina

Ya te habíamos contado los beneficios de ir con tu perro al trabajo pero te refrescamos la memoria rápidamente:

  • Reduce los niveles de estrés y tensión.
  • Aumenta la autoestima del personal.
  • La comunicación se hace más fluida.
  • Motiva a los compañeros y da sensación de bienestar.
  • La productividad se incrementa.
  • Agudiza la creatividad.

Qué maravilla! ¿verdad?

¿Qué necesitarás si llevas a tu perro o gato a la oficina?

Si has decidido llevar a tu perro o gato a la oficina, debes preparar su “maletín” para que no le falte de nada durante las horas que dure la jornada laboral:

Perro

  • Juguete y/o hueso. Las jornadas de trabajo son largas así que lleva algún juguete que le guste a tu mascota para que se entretenga.
  • Correa. Tendrás que sacarlo a pasear por lo que no te olvides tampoco de las bolsas para recoger sus excrementos.
  • Snacks. A todos nos gusta tomar un tentempié entre horas.

Para ambos:

  • Comedero y bebedero. Busca un lugar donde no tropiece ni moleste a nadie. Y debes estar pendiente si salpica agua fuera de limpiarlo.
  • Mantita o cojín para que tu animal pueda echarse la siesta.

Cosas a tener en cuenta si llevas a tu perro o gato al trabajo

Hasta ahora hemos repasado todas las ventajas de llevar a tu mascota al trabajo pero también hay que sopesar los inconvenientes que puede conllevar ir con tu mascota a la oficina:

  • Distracción. Un perro tendrá que salir a pasear al menos un par de veces. Y también podría causar algún malestar de ruido por ladridos o maullidos.
  • Alergias o fobias de compañeros. En ese caso se podría crear un acceso limitado de las mascotas en la oficina para aquellos que sufren de estas condiciones.
  • Daños materiales. Debes estar atento para que tu perro o gato no rompa ni manche nada.

Nadie mejor que tú conoce a tu perro o gato y puedes adelantarte a los posibles problemas o necesidades que se puedan generar en tu oficina. Si has sopesado todo lo anterior y piensas que irá bien, ¡adelante!

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