Te diriges a casa y, de repente, notas algo en la distancia. No se puede distinguir exactamente lo que es hasta que te acercas y compruebas que es un gato negro y, al oír tus pasos, cruza la calle justo delante de ti. ¿Es un drama? ¿Una tragedia? ¿O simplemente una tonta superstición? En este post intentaremos explicar por qué los gatos negros han estado asociados con la mala suerte durante cientos de años.
El origen de la superstición del gato negro
Hace más de 5.000 años, los antiguos egipcios reverenciaban e incluso adoraban a los gatos. Si pillaban a una persona matando a un gato, ésta podría enfrentar la pena de muerte.
Entonces, ¿qué pasó? La mayoría de los historiadores enmarcan estas supersticiones sobre los gatos negros en la Europa medieval. En ese momento, algunas mujeres mayores fueron acusadas de brujería y de practicar magia negra. Muchas de estas mujeres tenían gatos como compañeros, así que se volvieron culpables por asociación.
Esta creencia fue solidificada por una leyenda que comenzó a circular a mediados del siglo XVI. Se decía que un padre y su hijo viajaban juntos en una noche sin luna, cuando un gato negro cruzó su camino. Tiraron piedras al gato hasta que el pobre animal herido encontró refugio en la casa cercana de una mujer sospechosa de ser bruja. Al día siguiente, el padre y el hijo vieron a la mujer magullada y cojeando, lo que los llevó a empezar a decirles a todos que la mujer -y por tanto todas las demás brujas- podía convertirse en gato negro de noche para merodear por las calles sin que nadie se diera cuenta.
Esta creencia finalmente se hizo eco en Estados Unidos durante la época de los juicios de de las brujas de Salem. Por supuesto, la asociación entre los gatos negros y el mal o la mala suerte no es más que una superstición. Aun así, sigue siendo una creencia mantenida por muchas personas.
Sin embargo, hay algunos lugares en el mundo donde los gatos negros son venerados. Por ejemplo, muchas personas en Escocia, Gran Bretaña, Japón y Rusia los ven como signos de buena suerte y prosperidad.
En este vídeo, nuestra compañera Laura nos saca de dudas sobre los mitos de los gatos negros. ¿No te apetece saber cuales son falsos o verdaderos? ¡Dale al play!
En Kiwoko somos como en estos países y nos encantan los gatos negros ¿Y tú? ¿Tienes un gato negro? Cuéntanos tu historia. |