𝗜𝗠𝗣𝗢𝗥𝗧𝗔𝗡𝗧𝗘: 𝗔𝗗𝗢𝗣𝗧𝗔𝗥 𝗧𝗜𝗘𝗡𝗘 𝗨𝗡 𝗖𝗢𝗦𝗧𝗘 Eira fue una cachorra brutalmente maltratada por su propietario. Le pegaba patadas tras tirarle comida al suelo porque según él, así la acostumbraba a que no confiara en los desconocidos. Un día a causa de una de esas palizas Eira tuvo que ser operada de urgencia porque su vida corría peligro. El dueño no la quería y gracias a ello pudimos salvar su vida. Hace poco fue adoptada por una familia pero resultó no adaptarse a los gatos y tuvieron que devolverla. Es un poco desconfiada con los hombres al principio pero con paciencia y cariño se vuelve super cariñosa. No tiene ningún tipo de problema en convivir con perros y tampoco con niños