Si alguna vez has soñado con tener un ecosistema marino en casa, lleno de peces tropicales, corales y colores vibrantes, no eres el único. Muchos acuaristas empiezan con acuarios de agua dulce y, con el tiempo, se plantean dar el salto al mundo salado. Pero claro, llegan las dudas: ¿Es muy difícil? ¿Tendré que comprar todo de nuevo? ¿Es muy caro?
La buena noticia es que convertir un acuario de agua dulce en marino no es tan complejo como parece. Con la información adecuada, el equipo justo y un poco de paciencia, puedes lograrlo.
En este post te contamos paso a paso cómo pasar un acuario de agua dulce a salada, qué materiales necesitas, qué cambios deberás hacer y consejos de expertos para que la transición sea todo un éxito. Y como siempre, en Kiwoko estamos aquí para ayudarte a hacerlo fácil, seguro y sobre todo, emocionante.
¡Sigue leyendo para saberlo todo!
Material necesario para convertir un acuario de agua dulce en marino
Antes de ponernos manos a la obra, echemos un vistazo a lo que realmente necesitas. Seguro que más de uno de estos materiales ya forma parte de tu equipo actual. Y si no, en Kiwoko te lo ponemos fácil para encontrarlo todo sin complicaciones.
Lo que vas a necesitar es:
- Sal marina sintética de calidad.
- Hidrómetro o refractómetro para medir la salinidad del agua.
- Arena coralina o de aragonita para el sustrato.
- Tests específicos para controlar parámetros básicos como pH, KH, NH3/NH4, NO2, NO3, PO4, Ca y Mg.
- Roca viva o decorativa para crear la base biológica.
- Skimmer (espumador) para eliminar residuos orgánicos.
- Bombas de circulación para oxigenar y mover el agua.
- Iluminación específica para marinos, con luz blanca y azul actínica.
- Calentador compatible con agua salada.
- Termómetro digital para controlar la temperatura con precisión.
También te recomendamos tener a mano:
- Un recipiente de mezcla para el agua salada.
- Un aireador o bomba de mezcla para preparar el agua.
- Un temporizador para controlar la iluminación del acuario.
Cambios fundamentales para pasar de dulce a salado
Dar el salto de un acuario de agua dulce a uno marino implica más que simplemente añadir sal al agua. Aunque muchas de las piezas del equipo pueden seguir sirviendo, el entorno marino exige ciertos ajustes para garantizar un ecosistema sano y estable.
A continuación te guiamos paso a paso por los principales aspectos que deberás adaptar o tener en cuenta. ¡Tranquilo! Con nuestra ayuda, verás que no es tan complicado como parece y que el resultado merece completamente la pena.
El acuario
Si ya tienes un acuario de agua dulce funcionando, vas con ventaja. Cuanto mayor sea tu tanque, más fácil será mantener los parámetros estables, lo que es muy importante en un ecosistema marino. En acuarios para peces pequeños, los errores se notan antes y pueden ser más difíciles de corregir.
Eso sí, ten en cuenta que la carga biológica en agua salada es diferente. No podrás tener tantos peces como en uno de agua dulce. Como guía general:
- 10 cm de pez pequeño o mediano por cada 40 litros.
- 5 cm de pez grande por cada 40 litros.
¿No estás seguro de cómo calcularlo? A continuación te dejamos una calculadora de carga biológica en un acuario marino para que la tarea sea más sencilla:
🧮 Calculadora de carga biológica en un acuario marino
La sal
Uno de los puntos clave para cambiar un acuario de agua dulce a salada es preparar correctamente el agua:
- Nunca añadas la sal directamente al acuario con peces.
- Prepara la mezcla en un recipiente aparte, con una bomba o aireador.
- Deja reposar y oxigenar al menos 12 horas antes de usar.
¿Nuestro consejo? Déjala toda la noche y revísala por la mañana. De esta forma, puedes asegurarte de que los niveles están perfectos: Temperatura a 26 ºC, pH entre 8,2 y 8,6, y densidad entre 1.020 y 1.026.
El ciclado del acuario
¡Paciencia, acuarista! Antes de introducir a tus nuevos compañeros marinos, toca esperar. El ciclado del acuario es ese proceso vital donde las bacterias beneficiosas comienzan a asentarse y a trabajar por ti:
- Introduce la roca viva desde el inicio.
- Mide los niveles de amoníaco, nitritos y nitratos cada semana.
- Espera a que tanto amoníaco como nitritos estén a 0 antes de añadir peces.
Este paso puede tardar entre 30 y 45 días, pero créenos: ¡Merece la pena!
¿Quieres saber cómo funciona el ciclado? ¡En el siguiente vídeo nuestro compañero Marcel te lo cuenta!
El sustrato
Si antes usabas grava, ahora toca decirle adiós. Para acuarios marinos, opta por sustratos para acuarios como la arena coralina o de aragonita, ya que es ideal para mantener el pH estable y para albergar microorganismos beneficiosos.
Hay varios grosores según si vas a tener peces, corales, o ambos. Además, da un aspecto mucho más natural y brillante al acuario.
Además, te recomendamos la lectura de nuestro post "Sustratos nutritivos para acuarios plantados ¿Cuál elijo?"
La filtración
Los sistemas marinos son exigentes con la calidad del agua, pero con una buena preparación no tienes que preocuparte. Aquí lo importante es reforzar la filtración:
- Usa filtros para acuarios tipo canasta o cascada.
- Duplica la capacidad de filtrado si puedes.
- Añade roca viva como filtración natural.
- Y no te olvides del skimmer, que es clave para mantener el agua limpia y sin restos de materia orgánica.
Bombas de movimiento
En el mar, todo fluye. Por eso, las bombas de circulación simulan esas corrientes naturales que tanto bien hacen a tus peces y corales. Asegúrate de evitar zonas muertas colocando las bombas de forma estratégica.
¿No sabes cuál elegir? En Kiwoko tenemos una gran cantidad de opciones.
Iluminación
La luz no solo hace que tu acuario se vea increíble, también afecta al comportamiento y bienestar de tus peces e invertebrados. Para peces, puedes usar luces estándar. Pero si vas a tener corales, necesitas iluminación para acuarios actínica, que imita la luz azul natural del mar.
Usa temporizadores para simular los ciclos día/noche y ayuda a crear un entorno más natural y cómodo para todos los habitantes del acuario.
Calentador y electricidad
¡Importante! Asegúrate de que el calentador que ya tienes es apto para agua salada. Si lo es, puedes seguir utilizándolo. También revisa que los enchufes estén protegidos frente a salpicaduras y usa un termómetro digital para controlar bien la temperatura.
Decoración
La decoración en acuarios marinos es mucho más que estética. Evita plantas plásticas y adornos que puedan degradarse con la salinidad. En su lugar, elige:
- Roca viva, refugio perfecto y soporte biológico.
- Corales artificiales o reales, según tu experiencia.
Los peces marinos suelen ser bastante curiosos y mordisquean su entorno. Por eso, asegúrate de que todo lo que añadas sea seguro y pensado para acuarios salados.
¿Y qué pasa con los peces al convertir un acuario de agua dulce en uno marino?
Cuando conviertes tu acuario de agua dulce en marino, no puedes mantener los mismos peces. Es necesario introducir especies adaptadas al entorno salado y hacerlo poco a poco. Lo ideal es empezar con peces resistentes, fáciles de cuidar y compatibles entre ellos.
Algunas opciones para principiantes son:
- Pez payaso: Muy popular, resistente y perfecto para empezar.
- Gobios: Pequeños y activos, ideales para acuarios medianos.
- Damiselas: Resistentes, aunque pueden ser territoriales.
Introduce los peces uno a uno, deja tiempo para que el ecosistema se estabilice y se aclimaten y vigila su comportamiento.
Algunas especies necesitan condiciones muy específicas de temperatura, salinidad o iluminación. Por eso, si te interesan peces más exóticos o delicados, te recomendamos empezar con especies más sencillas y adquirir experiencia antes de dar el salto.
Consejos finales para un cambio exitoso
Cambiar de un acuario de agua dulce a uno marino es un proceso apasionante, pero también requiere planificación y constancia. Te dejamos unos consejos finales que te ayudarán a que tu transición sea todo un éxito:
- No corras: Tómatelo con calma. Cada fase necesita su tiempo y apresurarte puede generar desequilibrios.
- Controla los parámetros: Revisa con frecuencia la salinidad, pH, temperatura y niveles de amoníaco, nitritos y nitratos.
- Introduce los peces poco a poco: Respeta los tiempos del ciclado y añade las especies de forma progresiva.
- Elige una buena alimentación: Usa solo comida para peces marinos.
- Haz cambios parciales de agua cada semana: Así mantendrás la estabilidad del sistema.
- Lleva un registro: Anota resultados de tests, fechas de introducción de peces o cambios de rutina. Te será muy útil.
- Disfruta del proceso: Porque montar un acuario marino es tan emocionante como contemplarlo.
En definitiva, convertir tu acuario de agua dulce en marino no tiene por qué ser complicado. Solo necesitas información, el equipo adecuado y muchas ganas de crear un pequeño rincón oceánico en casa. Es un proyecto bonito, estimulante y con un resultado que te dejará sin palabras.
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