Hay muchas razones por las que a un gato puede rechazar su arenero. Una de las razones más importantes, y afortunadamente la más fácil de remediar, es que la caja de arena esté sucia. Si tu amigo felino se ha plantado en seco y se niega a usarla puede que tengas que cambiar los hábitos de limpieza de tu bandeja sanitaria. En este post te contamos cómo hacerlo.
La importancia de tener un arenero limpio para un gato
Algunos gatos (al igual que algunas personas) son más delicados ante las condiciones de higiene y dejan de usar sus cajas de arena antes de lo que lo harían otros gatos.
Los areneros sucios son el equivalente a ese baño público con papel higiénico por todo el suelo y los inodoros sin tirar de la cadena. Estamos seguros de que tú ¡no querrías usar eso tampoco!
Recuerda que, si tienes más de un gato, deberás tener al menos una caja de arena más que el número de gatos que convivan en tu casa.
¿Con qué frecuencia debes cambiar la arena de tu gato?
La frecuencia con la que debes recoger las deposiciones y cambiar la arena dependerá mucho del tamaño del arenero, del gato, si el arenero es usado por más de un felino y por supuesto de la calidad de la arena.
Las cajas de arena deben recogerse al menos una o dos veces al día, y es aún mejor si puedes llegar a ellas tan pronto como tu gato haya terminado de hacer sus necesidades.
Además de la recogida diaria, es importante cambiar regularmente la arena, de nuevo tampoco hay una regla general pero aproximadamente lo ideal es:
- Dos veces por semana para la arena no aglomerante.
- Entre una y cuatro semanas para la arena aglomerante.
Aprovecha también este momento para lavar la bandeja con agua y jabón.
Los areneros de plástico también deberías reemplazarlos una vez al año, ya que los arañazos que tienden a sufrir durante su uso regular pueden contener olores y escombros.
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