Historias de adopción en Kiwoko: Duke, Kiwi, Ron, Morritos y Yunko

Sabemos que te encantan las historias de animales y por eso continuamos con la serie que ya habíamos iniciado el pasado mes con las historias de adopción de Thor, Yanko y Kira. ¿Te quedaste con ganas de más? Pues aquí tienes otra dosis de amor animal.

Hace tres años, después del día de San Valentín, decidimos adoptar a un perrito ya que llevaba mucho tiempo queriendo tener uno. No se nos olvidará nunca cuando lo vimos, tenía la carita triste y nos miraba con esos ojazos azules que nos enamoraron.

Lo mejor de todo es ir viendo cómo crece, te va obedeciendo a lo que le dices y, sobre todo, el amor que nos da. Ahora mismo no podemos imaginar la vida sin él. ¡Es nuestro hijito perruno! No lo cambiaríamos por nada en el mundo. ¡Duke, tus papis te quieren mucho!

Juan y Esther

Kiwi nació con parvovirus y estuvo muy malito, pero los profesionales de Kiwoko le salvaron la vida. Estuvo ingresado varios días, pensaban que no salía de esta enfermedad, pero gracias al esfuerzo y a los mimos de los profesionales hoy está con nosotros. Kiwi nació con parvovirus y estuvo muy malito, pero los profesionales de Kiwoko le salvaron la vida. Estuvo ingresado varios días, pensaban que no salía de esta enfermedad, pero gracias al esfuerzo y a los mimos de los profesionales hoy está con nosotros.

Fue una adopción especial, les daba pena separarse del pequeño cachorro, pero depositaron su confianza en nosotros por lo que les estamos agradecidos.

¡Hoy por hoy disfrutamos del cariño y el amor incondicional que nos da Kiwi!

Adoptar es sentir que estás ayudando a un pequeño indefenso.

Simona y Víctor

Acoger a un animal te cambia la vida, te da todo el amor que nadie sabe dar, está en los buenos y malos momentos cuando nadie más lo está.

Ron

Había sido acogido por una familia de las cercanías de Zaragoza, criándolo junto con sus hijas y sus múltiples perros hasta que estuvo preparado para ser adoptado, ya que su familia tenía muchos animales a su cargo y no podían con más.

Morritos

Morritos fue abandonada en las calles de Teruel con escasos tres meses. Muy cariñosa y juguetona, se libraba de ser atropellada gracias a la preocupación de los vecinos al verla todos los días vagabundear.

Yunko

Callejero desde su nacimiento, se crió suplicando mimos y comida de los extraños que se cruzaban con él. Tras ser acogido, fue abandonado por las mismas personas y finalmente acabó conmigo.

Estos tres animales son los mejores compañeros, amigos y mascotas que me he podido cruzar en mi vida. Son lo más importante y siempre me tendrán a su lado.

Jorge y Ana

¿Te dan ganas de adoptar a ti también? Seguro que sí, piénsalo bien y si te decides a hacerlo puedes visitar nuestra plataforma kiwokoadopta.org para buscar una mascota que necesite de tu amor y tu comprensión.