CASPER apareció vagando solito. Dieron aviso a la guardia civil quien fácilmente lo recogió y lo llevó a dependencias municipales. Estuvo en el chenil de allí unos días, pero no era reclamado por nadie. Tenía chip, pero ninguno de los datos del chip estaba operativos, ninguna denuncia por pérdida... nada. Casper era increíblemente cariñoso y bueno y. nos dieron aviso por si podíamos hacer algo antes de llevarlo a la perrera donde probablemente sería sacrificado en unos días. Llevamos a Casper a la residencia poco antes de que llegase la inundación. Dado el tamaño de Casper fue de los que más sufrió porque no es un perro grande y cuando la Guardia Civíl permitió el acceso el pobre Casper estaba lleno de barro desde los pies a la cabeza; debió pasar un infierno. Desde entonces ha estado rotando en distintas casas de acogida. Un total de cinco. Eran casas de acogida muy temporales que se ofrecieron debido a las inundaciones pero que por motivos laborables y de viajes no podían hacerse cargo de este pequeño hasta que saliera adoptado. Hoy Casper ha vuelto al chenil de la residencia donde pasó el mayor susto de su vida. Cada una de sus acogidas coincide en que su comportamiento en casa no puede ser más extraordinario. Es un perro cariñoso y obediente sin ansiedad por separación. Se queda solo en casa sin ladrar y tranquilo.