A mi gato le llora un ojo y no sé qué le pasa

Es posible que en alguna ocasión hayas escuchado la siguiente frase: a mi gato le llora un ojo o los dos, sin saber el motivo. Quizás tú mismo estés viviendo esta situación y quieras entender la causa de sus lágrimas. Si es así, lo primero que debes saber es que no es habitual que a un felino le lloren los ojos. Por ello, es necesario que, cuando se dan este tipo de situaciones, sepas actuar cuanto antes. 

En el caso de que el gato esté llorando solo por un ojo, es posible que tan solo se trate de una pequeña irritación que se ha formado a partir de elementos externos. Los más habituales son los siguientes:

  • El champú, en el caso de que lo hayas bañado hace poco.
  • Las motas de polvo que se pueden encontrar tanto dentro como fuera de la casa.
  • Flores o plantas que expulsen polen.
  • Una astilla. 
  • Sus propias uñas al rascarse.

Sin embargo, en el caso de que los dos ojos estén afectados, el problema puede ser más grave y, por lo tanto, es necesario tomar cartas en el asunto en el menor tiempo posible. Es más, si ves que la situación no mejora tras llevar a cabo estos consejos, es imprescindible que contactes con un profesional y le expliques lo que le está ocurriendo al animal. Él sabrá qué hacer para conseguir que este problema termine.

Lágrimas en los gatos, para qué sirven

Las lágrimas de los gatos son una consecuencia de que algo está ocurriendo en el organismo del animal. Por ejemplo, en el caso de que al minino se le haya metido algún cuerpo extraño en el ojo, como polen, polvo o un trozo de arena, el cuerpo reacciona así para expulsar todo lo que le esté haciendo daño

Asimismo, también es una reacción del organismo a una infección o a una patología. Al no estar funcionando de la manera adecuada, se producen este tipo de sustancias en los ojos del animal como reacción involuntaria al problema. 

Causas frecuentes por las que a tu gato le lloran los ojos

Si has escuchado alguna vez “a mi gato le llora un ojo” o has sido testigo de ello, te habrás preguntado en diversas ocasiones qué puede ser, llegándolas a comparar con las lágrimas humanas. Sin embargo, las lágrimas de los felinos son muy distintas, incluso emergen de los ojos de diversas maneras dependiendo del motivo por el que aparezcan. Estas son las razones más habituales:

  • Lágrimas claras y poco abundantes: si las lágrimas, cuando tu gato llora, no tienen color y el lagrimeo no es continuo, puede significar simplemente que algo se le ha metido en el ojo. En vez de rascarse, ellos expulsan el cuerpo extraño mediante lágrimas. En estos casos no habría que actuar de ninguna manera, como mucho, puedes limpiar los ojos del animal de una forma suave con una gasa, una servilleta limpia o algo similar. 
  • Exceso de lágrimas por lagrimal bloqueado: en el caso de que en el rostro del animal observes muchas lágrimas, y por los dos ojos, es posible que los canales lagrimales estén obstruidos. En la esquina del ojo del gato se encuentra el tubo lagrimal y conduce las lágrimas por la nariz. Cuando está obstruido, las lágrimas aparecen por los ojos del minino, por ello su cara aparece mojada. La obstrucción puede darse por una infección o una enfermedad, como una alergia o una conjuntivitis.
  • Lágrimas con color verdoso o amarillo: en el caso de que las lágrimas tengan un color verde o amarillo, el animal está sufriendo alguna patología o infección. Puede ser desde algo leve, como un resfriado, o, quizás se trate de algo más preocupante. El consejo que debes seguir en estos casos es ir a un veterinario. 

¿Qué puedo hacer ante una situación así?

Ante una situación de estas características, el primer paso que debes dar es limpiar la cara del animal, concretamente sus ojos. Para realizar esta limpieza, es necesario que optes por algunos remedios humanos, por ejemplo, usar una gasa con suero fisiológico. Asimismo, la manzanilla también te permitirá ayudar al minino a que se encuentre mejor. Por supuesto, nunca uses algodón, ya que puedes empeorar el problema al llenarle los ojos de pelusas. 

La gasa no debe estar empapada, solo mojada. La razón es que el líquido puede provocar aún más reacción si este se introduce en los ojos del animal. Hay que limpiar la zona desde el lagrimal hacia el exterior de una forma suave. 

En el caso de que las lágrimas sean verdes o amarillas, es necesario visitar a un veterinario, puesto que lo más probable es que tu gato tenga una herida que haya que curar, aunque no la veas a simple vista. 

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