¿Habías oído hablar de la gatoterapia?
Es una corriente terapéutica que basa sus beneficios en la compañía de los gatos.
En estos últimos años, ha ido ganando popularidad y cada vez son más los estudios que hablan sobre los aspectos positivos en la salud mental derivados de la convivencia con gatos.
¿Quieres descubrirlos? En el artículo de hoy te contamos qué puede hacer por ti compartir tu vida con un gato.
Los gatos desde la antigüedad hasta ser de ayuda en terapias alternativas
Todos conocemos la admiración que tenían en el antiguo Egipto por la figura de los felinos (tanto que, en algunas ocasiones, incluso eran usados para representar a las divinidades).
En época romana, los gatos simbolizaban la victoria y eran considerados amuletos en las contiendas bélicas.
Pero no siempre fue así en todas las culturas, ya que, durante la Europa de la Edad Media, por su carácter esquivo y menos cariñoso que los perros, los gatos pasaron a considerarse la reencarnación del demonio y empezaron a ser perseguidos. De hecho, en muchos casos, la posesión de un gato servía para acusar a su dueño de ejercer brujería. Curioso, ¿no?
Durante esta época de persecuciones, el número de roedores en el viejo continente aumentó drásticamente y fue Napoleón Bonaparte quien se vio obligado a promover la cría de felinos para terminar con las ratas.
Desde ese momento, empezó a fomentarse su uso doméstico y, a día de hoy, son unas de las mascotas más populares en todo el mundo.
En la actualidad, en España hay cada año hay más gatos, se aproxima a los seis millones y medio de felinos. El gato es uno de los animales más queridos por los españoles, y desde hace unos años una serie de estudios verifican los beneficios terapéuticos de vivir o compartir tiempo con un gato; incluso los gatos están siendo recomendados en "terapia asistida con animales" o como "terapias complementarias" para paliar enfermedades mentales junto con la medicación.
Beneficios de los gatos para la salud mental
Reducen los niveles de estrés
Se ha comprobado que, acariciar un gato reduce los niveles de cortisol (esa hormona que está relacionada con el estrés) y hace que nos sintamos más relajados.
Además, el suave ronroneo de nuestro felino resulta relajante y estimula la concentración.
Ayudan a combatir la depresión
Los gatos son la compañía perfecta en momentos de tristeza ya que te hará sentir menos solo. El simple hecho de cuidarlos, darles de comer y atenderlos hacen que el foco deje de estar en la soledad y tristeza que se pueda estar sintiendo en estos momentos.
Refuerzan las defensas
Al contrario de lo que se piensa, los gatos ayudan a mejorar los problemas respiratorios.
Según un estudio realizado en Finlandia, los niños menores de un año que conviven con gatos, tienen menor posibilidad de desarrollar alergias a los animales, ácaros, polen y plantas.
Reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares
En el año 2008, el Instituto Stroke de la Universidad de Minnesota realizó un estudio en el que concluyó que las personas que conviven con un gato tienen menos posibilidades de padecer un fallo cardíaco.
Según dicha investigación, la reducción de la presión sanguínea en las personas convivientes con felinos favorece la salud de nuestro sistema cardiovascular.
Hacen que te sientas mejor
Su carácter juguetón y curioso, hace que los gatos sean protagonistas de situaciones cómicas que seguro que más de una vez te han provocado algún ataque de risa (que, por cierto, también sirve para disminuir los niveles de cortisol).
La paz y tranquilidad que te aportan cuando los acaricias, el cariño y compañía que te proporcionan en tu día a día… Todo esto contribuye a aumentar nuestra alegría y bienestar.
Producen un efecto terapéutico en personas con autismo
Numerosos estudios firmados por la Universidad de Missouri (Estados Unidos) afirman que el contacto con mascotas eleva los niveles de oxitocina, hormona estrechamente relacionada con el establecimiento de las relaciones sociales. Este aumento de la oxitocina en personas con autismo ayuda a disminuir las conductas repetitivas y mejorar sus relaciones sociales.
Mejoran tu estado físico
Tener un felino como mascota implica compartir juegos y travesuras con él. Para personas que necesitan tener una vida activa, pueden ser el complemento perfecto para ir aumentando poco a poco su actividad.
Transmiten calma y paz
Su suave ronroneo, su silenciosa forma de desplazarse o sus delicados movimientos provocan calma y tranquilidad en nuestro cerebro. Además, ¿quién es capaz de resistirse a una siesta en un sofá con un gatito?
En definitiva, tener un gato tiene numerosos efectos positivos en nuestro cerebro y salud. Si estás pensando en añadir un nuevo miembro a la familia, te recomendamos que eches un vistazo a Kiwoko Adopta donde encontrarás gatitos que buscan hogares, y en nuestras tiendas Kiwoko tendrás todo lo necesario para cuidarlo.
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