Los gatos tienen fama de ser muy exigentes a la hora de comer, ¡y con razón! Mientras que los perros no le hacen ascos a casi nada, los gatos son más 'sibaritas'. ¿Te suena haber visto a tu gato olisqueando y estudiando su comida? ¿Quieres saber por qué? ¡En este post te lo contamos!
¿Por qué los gatos son tan exigentes con la comida?
No hay que tachar a estos felinos de 'caprichosos', sino que estudios científicos han demostrado que los gatos tienen 12 genes que detectan el sabor amargo y carecen de los genes necesarios para percibir las sustancias dulces. Lo que hace que desprecien muchos alimentos.Normalmente, la amargura que pueden notar les avisa de que un alimento puede ser tóxico o perjudicial para la salud. Por este motivo, el gato estudia bien su alimentación. Al contrario que los perros, que al tener mucha menos sensibilidad frente al sabor amargo, no se paran apenas a analizar nada.Los gatos incluso teniendo mucha hambre, si la comida no les gusta, no se la comerán y la dejarán de lado.¿Qué otros factores influyen cuando los gatos seleccionan su comida?
Además de la condición genética, también hay otros factores que pueden influir en la selección de comida que hacen los felinos:- La edad. Las preferencias alimentarias de un gato se forman cuando es joven. Lo que su madre comía durante la gestación y la lactancia, además de los tipos de alimentos a los que el gatito estuvo expuesto los primeros meses de su vida, juegan un papel importante. Por tanto, cuando los gatitos son jóvenes es importante ofrecerles una gran variedad de alimentos y sabores en forma de pienso seco y alimento húmedo (en pequeñas cantidades). Así, cuando sean mayores, si desarrollan algún tipo de afección médica que puedan controlar con una dieta especial será más probable que acepten otro de alimento.
- El estado de ánimo. Los gatos tienden a comer mejor cuando están relajados. En libertad suelen ser cazadores solitarios y pueden tomarse su tiempo para tomar su comida. Es importante darles su espacio y su tiempo para que mientras comen estén tan libres de estrés como sea posible. En comparación, los perros salvajes a menudo cazan en manadas y tienen que competir por su comida, por lo que tienen una tendencia a tragar su comida muy rápido.
- El olor. El aroma es vital, por lo que a menudo prefieren la comida húmeda, ya que desprenden sus olores más fácilmente que los secos. Así que, si se pone muy exquisito, seduce a tu gato con algún manjar que huela muy bien.
- La temperatura. Los alimentos fríos no desprenden tanto aroma. Si los alimentos enlatados se conservan en el frigorífico, es una buena idea sacarlos media hora antes de servirlos para que estén a temperatura ambiente.
- La textura y la forma. Los gatos prefieren alimentos sólidos y húmedos (piensa en los ratones). La forma preferida son las croquetas con forma de disco o en forma de cruz (estrella).
- La anatomía felina. Este factor también afecta las conductas de alimentación. Los gatos no pueden moler sus alimentos porque sus dientes son puntiagudos y no tienen superficies planas (para masticar). Los gatos tampoco pueden mover sus mandíbulas horizontalmente, lo que limita su capacidad de masticar los alimentos. La mayoría de los gatos domésticos se tragan el pienso seco entero.
Como cat lover, infórmate de los gustos de tu gato y atiende a sus preferencias. Si tienes dudas, en nuestras tiendas Kiwoko, te podemos aconsejar y en nuestra web puedes consultar un montón de marcas de comida de gato diferentes.
