Este tipo de parásitos se caracteriza por vivir en el exterior del cuerpo de los perros, concretamente sobre la piel o agarrados a su pelaje. Suelen tratarse de pequeños artrópodos que se alimentan a expensas de su huésped, causándole desde molestias como la picazón hasta enfermedades que son potencialmente graves como la leishmaniosis.
Con la llegada del calor estas plagas tienden a proliferar aunque conviene mantener desparasitado al peludo, tanto externa como internamente y durante todo el año, para evitar así que su estado de salud se vea afectado.
¿Cuáles son los tipos de parásitos externos en perros más comunes?
A continuación, te explicamos las características de los parásitos externos en perros que más afectan a estas mascotas de cara a que puedas observar a tiempo alguno de los síntomas que producen e incluso prevenirlos.
Garrapatas
Si hay un parásito externo famoso por infestar el cuerpo de los perros es la garrapata. Su modus operandi consiste en incrustarse en la piel del peludo desde la que se alimenta de su sangre.
Al hacerlo, puede contagiar enfermedades graves como la ehrlichiosis, caracterizada por infectar las células sanguíneas del animal y diseminarse por múltiples órganos; y la enfermedad de Lyme, también conocida como borreliosis canina, que produce desde fiebre a signos neurológicos, cardíacos y renales.
Para evitarlo, es crucial inspeccionar el pelaje del peludo y en caso de localizar una garrapata, extraerla con precisión para que la cabeza de este parásito externo no se quede clavada en la piel, lo que produciría una infección.
Pulgas
Las pulgas son otro parásito externo que no solo puede infestar el cuerpo de los perros, sino también el de sus allegados. Este diminuto parásito tiene un ciclo biológico de entre 30 y 60 días, tiempo durante el que eclosionan los huevos y vuelven a reproducirse.
Teniendo en cuenta que cada pulga puede poner hasta 400 huevos, resulta necesario proteger al peludo durante todo el año mediante el uso de pipetas o collares antiparasitarios. De no hacerlo, las pulgas terminan debilitando al animal tras succionarle la sangre.

Mosquitos
De igual forma, también conviene prevenir la picadura de este vector, sobre todo porque es capaz de transmitir enfermedades de alto riesgo como la dirofilariosis, también conocida como la enfermedad del gusano del corazón, que produce dificultad respiratoria entre otros muchos síntomas.
Ácaros
Tampoco se debe perder de vista a estos parásitos externos microscópicos, responsables de la sarna, enfermedad de la piel altamente contagiosa que causa prurito, es decir, irritación que deriva en picazón, costras e incluso pérdida de pelo. Además, esta enfermedad puede generar trastornos orgánicos y provocar la muerte del animal de no ser tratada.

Con todo, existe otro tipo de ácaros que se localiza en los oídos de los perros, desde los que produce una secreción irritante, mal olor y sangrado.
Piojos
Aunque no es frecuente, es posible encontrar piojos entre el pelo de los perros. Este parásito externo se multiplica y deposita sus huevos en la superficie capilar, provocando distintas enfermedades dermatológicas, además de anemia. Y el riesgo no acaba aquí ya que las personas son susceptibles de contagiarse por esta misma plaga.
Prevención antiparasitaria
Dadas las variaciones del clima ninguna estación del año está libre de la presencia de parásitos externos y el riesgo que implica para la salud de los perros, de modo que lo recomendable es mantener protegido al peludo durante todo el año mediante una desparasitación externa.
Para ello hay disponible una gran variedad de productos antiparasitarios cuyo efecto repelente evita que los parásitos externos se adhieran al animal, impidiendo también que le transmitan diferentes enfermedades.
A su vez, existen distintos formatos para estos productos, cuya frecuencia de aplicación también varía, por lo que es aconsejable que consultes a tu veterinario y que así le ofrezcas a tu perro el antiparasitario que más se ajuste a sus necesidades específicas.

Y de igual forma la desparasitación interna resulta fundamental a la hora de prevenir enfermedades infecciosas. Debe comenzar antes que la propia vacunación y a partir de entonces se realiza de forma periódica durante toda su vida, siendo lo ideal cada tres meses.
Una vez que te has informado sobre el riesgo para la salud que conlleva la presencia de parásitos externos en perros, recuerda seguir el calendario de vacunación del peludo, además de visitar las tiendas Kiwoko y kiwoko.com o nuestra App donde encontrarás diferentes productos antiparasitarios para mantener a raya a estas plagas. |