¿Acabas de incorporar un nuevo peludito a tu vida? ¡Enhorabuena! Tener un cachorro en casa es una de las experiencias más bonitas (y retadoras) que puedes vivir. Es una etapa llena de juegos, descubrimientos y momentos inolvidables, pero también requiere paciencia, constancia y sobre todo, mucho cariño.
En este artículo, te vamos a contar cómo educar a un cachorro desde cero: Qué hacer, qué evitar, cuándo empezar, y cómo conseguir que tu perro crezca feliz, equilibrado y bien adaptado.
¡Sigue leyendo para saberlo todo sobre el adiestramiento canino!
Por qué es tan importante educar a tu cachorro desde el primer día
Cuando adoptas a un cachorro, no solo ganas un compañero de vida. También estás asumiendo la responsabilidad de su desarrollo emocional, social y conductual. Y aunque parezca que al principio solo quiere jugar o dormir, lo cierto es que los primeros meses son clave para su educación.
Si no lo educas, pueden surgir muchos problemas: Ladridos excesivos, miedos, comportamientos destructivos o incluso dificultades para socializar con otros animales.
Por eso, aprender cómo educar a un perro cachorro es una inversión en bienestar a largo plazo, y cuanto antes empieces, mejor.
¿Cuándo empezar a educar a un cachorro?
Una duda muy común es: “¿Desde qué edad puedo comenzar a adiestrar a mi cachorro?”. La respuesta te sorprenderá: Desde el primer día que llega a casa.
No hace falta esperar a que tenga todas las vacunas para comenzar con las primeras lecciones. Puedes empezar con ejercicios sencillos de obediencia, rutinas básicas y normas claras desde las 8-10 semanas de vida.
Etapas clave del desarrollo
Edad | Foco de educación |
---|---|
2 - 3 meses | Socialización, normas básicas, confianza. |
3 - 4 meses | Introducción al adiestramiento y comandos. |
5 - 6 meses | Refuerzo de obediencia, control de impulsos. |
+ 6 meses | Reglas más avanzadas y trabajo de estímulos |
Primeras lecciones: Cómo educar a un cachorro paso a paso
Educar a un cachorro no tiene por qué ser complicado si empiezas por lo básico. Lo primero que tienes que hacer es establecer rutinas, crear hábitos saludables y enseñarle lo que está bien o está mal. Siguiendo estos pasos lograrás una convivencia feliz tanto a corto como a largo plazo.
A continuación profundizamos un poco más sobre las primeras lecciones para educar a un cachorro:
Establece rutinas claras
A los perros les encanta la rutina. Saber cuándo toca comer, salir o descansar les da seguridad y reduce notablemente la ansiedad.
Desde el primer día, intenta que tu cachorro tenga horarios regulares. No necesitas ser militar con los minutos, pero sí mantener cierta coherencia diaria en sus comidas, paseos, juegos y ratos de descanso.
Establecer un ritmo predecible no solo facilitará el entrenamiento del cachorro, sino que también creará un entorno emocionalmente estable, en el que aprenderá más rápido y con menos frustración.
Enseñar dónde hacer sus necesidades
Una de las primeras cosas que querrás enseñar es a hacer pipí y caca en el lugar correcto. Y, sí, al principio tendrás algún “accidente” en casa, pero con paciencia lo conseguirás.
Sácalo siempre después de comer, jugar o dormir, ya que son los momentos clave en los que sentirá la necesidad. Cuando lo haga bien, felicítalo de forma entusiasta. No hace falta exagerar, pero un “¡Muy bien!” acompañado de una caricia o un snack para cachorros marcarán la diferencia.

Si se equivoca, simplemente límpialo sin regañarle. Los castigos solo generan confusión y miedo.
Recuerda: El refuerzo positivo es el camino más corto (y amable) hacia el aprendizaje.
Además, antes de sacarlo a la calle, recuerda que debes esperar a que esté completamente vacunado. En nuestro post "¿Cuándo puede salir un cachorro a la calle?" te lo explicamos todo. |
Su nombre y la llamada
Tu cachorro no nace sabiendo cómo se llama. Aprender a reconocer su nombre será uno de los primeros aprendizajes clave. Para enseñárselo, míralo a los ojos, di su nombre en un tono suave pero alegre, y prémialo cuando te preste atención. Hazlo en diferentes momentos del día, sin agobiar, y verás cómo empieza a responder con entusiasmo.
Una vez lo relacione con cosas buenas, puedes empezar a llamarlo desde cierta distancia. Refuerza siempre ese acercamiento: es la base del comando “ven”, que más adelante puede salvarle de un accidente o una situación peligrosa.
Mordiscos y control de la boca
Todos los cachorros muerden. Es su forma de conocer el mundo… y también de calmar la salida de los dientes. Pero eso no significa que esté bien morder manos, ropa o muebles.
Si en un juego te muerde demasiado fuerte, emite un pequeño sonido de queja (como un “¡Ay!”) y detén el juego por unos segundos. Con eso aprenderá que si muerde, el juego se acaba. Luego, redirígelo a un juguete para perros adecuado para morder. Así entenderá qué está bien y qué no. Con el tiempo, ese autocontrol le ayudará a relacionarse mejor con humanos y otros perros.

Además, te recomendamos que eches un vistazo a nuestro artículo "Cómo enseñar a tu perro a no morder". ¡Te será de gran ayuda!
Dormir solo y respetar espacios
Dormir solo es uno de los momentos más delicados para un cachorro. Es normal que las primeras noches llore o se sienta inseguro. Por eso, puedes ayudarle colocando su cama para perros cerca de la tuya durante los primeros días. Sentirá tu presencia y eso lo calmará.

También puedes usar una manta que tenga su olor o incluso feromonas sintéticas que transmiten sensación de calma. Poco a poco, podrás ir alejando su espacio de descanso hasta que duerma tranquilo en su zona habitual. Lo importante es no ceder a sus llantos si tu intención no es que duerma contigo en el futuro. Recuerda: Lo que hoy permitas, mañana será norma.
Si quieres saber más sobre el descanso de los cachorros, puedes leer los siguientes artículos:
- ¿Dónde debe dormir un cachorro? Primeras noches en casa
- ¿Cómo hacer que mi cachorro duerma toda la noche?
- ¿Cuáles son las mejores camas para cachorros?

En Kiwoko tenemos todo lo necesario para el cuidado y la educación de tu pequeño amigo.
Cómo adiestrar a un cachorro: Comandos básicos
Una vez tu cachorro empieza a entender su entorno, es momento de introducirle algunos comandos sencillos que le ayudarán a comunicarse contigo y a mejorar su autocontrol. A continuación te enseñamos cómo hacerlo con cariño y eficacia.
Recuerda: El adiestramiento del cachorro debe ser divertido, breve y positivo. No se trata de convertirlo en un robot, sino en un perro que entienda lo que se espera de él y lo haga con gusto.
Sentado
Es uno de los comandos más fáciles de enseñar. Usa una golosina, muévela desde su nariz hacia arriba y ligeramente hacia atrás. Por instinto, se sentará. Di “sentado” y prémialo.
En nuestro post "Enseña a tu perro a: Sentarse" te contamos todos los pasos para adiestrar a tu cachorro de una forma sencilla.
Quieto
Una vez sepa sentarse, puedes enseñarle a quedarse quieto. Usa una señal de “alto” con la mano, di “quieto”, da un paso atrás y, si no se mueve, vuelve y felicítalo.
Ven
Llama su atención con un “ven”, usa su nombre y un tono alegre. Si se acerca, celébralo proporcionándole muchos mimos y caricias.
No
El “no” no es un castigo, sino una señal breve y clara. Úsalo con tono firme para interrumpir una conducta y redirige hacia otra más adecuada. Para este comando te será muy útil un arnés para perros y una correa. Te ayudarán a que tu cachorro entienda la señal de una forma más fácil parándole y diciéndole "no" ante un mal comportamiento.

En la siguiente infografía te enseñamos de una forma visual cuáles son las órdenes básicas para tu perro:

Laura en Kiwoko TV te muestra como tener un perro educado y obediente a estos comandos básicos:
Socialización: La gran lección
Más allá de aprender a sentarse o no morder, tu cachorro necesita algo aún más importante: Descubrir el mundo de forma positiva. La socialización temprana es clave para que sea un perro seguro, sociable y feliz.
Llévalo a pasear, deja que huela, escuche, se relacione. Siempre con calma, con premios y evitando saturarlo. Un perro bien socializado será más feliz y te dará menos quebraderos de cabeza.
Qué errores evitar al entrenar a un cachorro
Todos cometemos errores, especialmente al principio. Pero si conoces los fallos más comunes al entrenar a un cachorro, podrás evitarlos y avanzar más rápido en su educación. Aquí te contamos cuáles son y cómo actuar mejor.
Por ejemplo, usar su nombre para reñirlo puede hacer que lo asocie con algo negativo y no venga cuando lo llames. También es muy común caer en la trampa de la inconstancia: Un día le dejas subir al sofá, al otro lo riñes… y el pobre no sabe a qué atenerse.
Lo peor que puedes hacer es castigarlo con miedo o agresividad. Eso no educa, solo daña vuestra relación. En lugar de eso, céntrate en premiar lo que hace bien y marcar con suavidad lo que no debe hacer. La educación del cachorro no va de control, sino de confianza.
En definitiva, educar a tu cachorro es mucho más que enseñarle órdenes: Es construir una relación fuerte, equilibrada y basada en la confianza. Con paciencia y cariño, lo convertirás en el compañero que siempre has soñado.
Y sí, habrá días de caos, noches sin dormir y algún que otro calcetín destruido. Pero también habrá lametones de cariño, juegos infinitos y la satisfacción de saber que hiciste lo mejor por él.
¿Empezamos juntos esta aventura? En Kiwoko estamos contigo en cada paso.
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