Origen del Beagle
Aunque no se sabe a ciencia cierta el origen del Beagle, se especula que los romanos fueron los primeros en llevar a esta raza de perro a Inglaterra para cazar conejos. Sin embargo, el Beagle solo comenzó a hacerse popular a partir del siglo XVI.
A finales del siglo XIX todavía existían diferentes variedades, y es a principios del siglo XX cuando finalmente se determinó la raza que conocemos hoy.
Además de la caza, también fue un perro de compañía de personajes históricos como la reina Isabel I.
Características del Beagle
El Beagle es un tipo de perro muy sociable al que le encanta estar rodeado de familia y amigos. De hecho, es un compañero inseparable de los niños ya que, como ellos, nunca se cansa de jugar.
Su vitalidad y sus impulsos de carácter espontáneo son motivos más que suficientes para darle una buena educación desde pequeño, ¡aunque el instinto es el instinto!
Entre otras características del Beagle, destaca que es un perro valiente, quizás debido a sus orígenes como cazadores. De haber sido perro de compañía le queda su carácter fiel y cariñoso.
Se adapta tanto a la vida rural como a la vida urbana con facilidad, así que puede vivir felizmente en un piso o en una casa de campo, no es nada delicado en ese aspecto. Eso sí, si vives en un piso debes sacarle a pasear con frecuencia porque son perros muy activos.
También es un buen sabueso y tiene afición por rastrear y husmear constantemente. Y si lo sueltas en el parque presta atención, ya que es muy probable que más de una vez salga corriendo sin motivo aparente.
Temperamento del Beagle
El Beagle es una raza de perro con un temperamento peculiar. Sus genes como perro de caza hacen que sea un perro que se caracteriza por ser bastante excitable. Por esa razón tal vez tengas que ponerles límites a la hora de jugar, ya que pueden terminar enfadándose.
Su apego por la familia hace que pueda sufrir ansiedad por separación, poniendo de manifiesto comportamientos destructivos en el hogar y aullando sin descanso hasta que el dueño vuelve a casa. De igual forma, su educación puede resultar difícil dado que puede aburrirse o distraerse con facilidad, de modo que este proceso exige paciencia.
Tipos de Beagle
Si bien la Federación Cinológica Internacional (FCI), encargada de regir las normas de la cría de perros, solo reconoce un tipo de Beagle, se pueden diferenciar entre el Beagle inglés y el Beagle americano.
El primero se caracteriza por tener la espalda y el rabo ligeramente más largos, mientras que el segundo destaca por lo contrario.
Cuidados básicos
Debido a su hiperactividad, el Beagle necesita hacer mucho ejercicio. Si vives en una casa donde no tenga espacio para correr libremente, lo ideal es sacarlo como mínimo tres veces al día, y uno de estos paseos tiene que ser largo, de al menos una hora y media de duración.
Esta raza de perro necesita cansarse para sentirse feliz y realizado. ¡Recuerda que en su pasado fue un perro muy trabajador! Así que como ves, no te faltarán motivos para salir a la calle con este tipo de perro.
En lo relativo a su pelaje, al ser corto, los cuidados que requiere son sencillos. Un buen cepillado dos veces a la semana y un baño al mes son más que suficientes.
Consulta estos consejos para cuidar el pelo de tu mascota.
Salud
La forma de sus orejas hace que el Beagle sea un perro propenso a sufrir infecciones de oído debido a la acumulación de agua o a la presencia de un objeto extraño en el canal auditivo, algo que no solo provoca molestias, sino que puede derivar en sordera.
También puede sufrir problemas oculares como las cataratas y el glaucoma, que ante el aumento de la presión ocular, produce la pérdida paulatina de su visión.
Igualmente el Beagle puede padecer enfermedades que afectan a su piel, como la alopecia y la dermatitis atópica, esta última causada por una reacción alérgica que deriva en rojez, prurito y descamación.
Alimentación
El Beagle se caracteriza por ser de buen comer. Son perros insaciables y serás tú el que tenga que llevar un control estricto de las raciones de su comida, además del ejercicio que hace, porque sino acabarás teniendo una mascota con problemas de sobrepeso.
En su etapa de cachorro, la alimentación para un Beagle debe ser de alta calidad, sabrosa y saludable.
Una vez que se ha completado su desarrollo, toca cambiarle de pienso por uno de alto contenido en fibra, beneficioso para su tránsito intestinal, y que también te ayude a controlar su ingesta de calorías.
Finalmente, un Beagle de avanzada edad necesitará cuidar sus articulaciones. Para ello un pienso rico en Omega y Omega 3 es ideal.
Y en el caso de que tu Beagle haya cogido peso de más, la mejor opción es ofrecerle un pienso light bajo en calorías. Como siempre, te aconsejamos que consultes a tu veterinario de Kivet antes de hacerlo.

Adoptar un Beagle
Si te planteas adoptar un Beagle, debes tener en cuenta una serie de consideraciones para medir la compatibilidad que ofrece tu estilo de vida con las características de esta raza de perro.
Se trata de un perro inteligente aunque independiente, por lo que requiere de paciencia para ser educado. Sin embargo, también es juguetón y muy sociable, teniendo especial afinidad con los niños de la casa.
Es un perro que dispone de mucha energía, de modo que necesita salir con frecuencia y durante un tiempo considerable.
Así que si te decides por adoptar un Beagle no solo conseguirás el mejor compañero para hacer ejercicio, sino una compañía fiel y cariñosa.
Puedes encontrar información para adoptar un Beagle a través de plataformas web que reúnen datos de protectoras animales, como Bambú-difunde, y de entidades sin ánimo de lucro como Arca de Noé.
Y qué mejor sitio para encontrar todo lo que necesitas para tu Beagle que nuestras tiendas Kiwoko, donde tendrás a tu alcance los mejores piensos, accesorios y complementos para tu mascota. Además contamos con el equipo de veterinarios de Kivet, que velan por la salud de tu mascota desde el primer día. |